En otros tiempos, cuando algunos sindicatos lo eran todavía, y tenian barba o no los sindicalistas; cuando algo no era justo o era ilegal y no se solucionaba de manera rápida, estos antiguos sindicatos acudían a los juzgados. Estamos hablando, como se puede ver en el gráfico hasta el año 1998; hasta ese año daban su apoyo jurídico y asesoramiento a sus afiliados e incluso a quienes no lo eran.
El grafico que se observa en la parte superior se puede comprobar en la página 91 del Informe General del 9º Congreso de CCOO, y que se puede obtener en el siguiente enlace:
http://www.fct.ccoo.es/correos/pdf/congreso/InfGeneral_CoryTel.pdf
Desde que CCOO abandonara la colectivo de trabajadores y a la plataforma sindical, uniéndose como uña y mierda al Consejo de Administración de la empresa, la defensa de sus derechos en los juzgados ha sido prácticamente pecado en la acción sindical de esa organización con un difuso espíritu altruista, la defensa individual ya prácticamente no existe y tan solo se dedican a defender a su emporio sindical y a la empresa. En diferentes acuerdos firmados por CCOO, UGT y CSIF una de las obligaciones sindicales para firmar con Correos y aparecer la clásica cláusula de los fondos de formación, fue la de no trasladar a los juzgados las discrepancias sobre cualquier tema puntual, hecho este que provoco y provoca la indefensión de los trabajadores afectados por innumerables problemas o conflictos.
Debido a este hecho y a la voluntad constante de otros sindicatos, produjo que la mayoría de los logros obtenidos por los trabajadores en los últimos años, estuviesen derivados de distintas sentencias judiciales que desde luego no iniciaban ni secundaban los siempre firmantes. Casos verdaderamente vergonzosos, fueron y son la impugnación de la sentencia de la Audiencia Nacional y la indefensión de miles de afiliados; o el caso de la sentencia sobre los plazos de los concursos de traslados, en los que el Tribunal indicaba que se habían perdido dichos plazos en virtud de los acuerdos tenidos con las organizaciones mayoritarias. O como en los ultimos años, que se han producido muchos cientos de despidos, algunos trabajadores han tenido que buscar en sindicatos diferentes a los que estabn afiliados su defensa.
Vergonzoso es que los siemprefirmantes tuvieran en muchos casos que defender a sus afiliados prescindiendo de sus siglas debido a que sus acuerdos con Correos les impedía comenzar procesos, por lo que sus gabinetes jurídicos actuaban como si de abogados particulares se tratase.
Y con gran desfachatez acusan ahora a los sindicatos que mantienen la defensa de los trabajadores hasta donde haga falta de “judicializadores”. ¿Ya no se acuerdan de cómo eran ellos hasta 1998?
Los que llevamos años en esta casa, e incluso muchos pasamos en algún momento por esas siglas, recordamos otro sindicalismo de los ahora sumisos.
Últimamente en numerosas causas no solo se ha tenido que llevar al juzgado a la empresa, Correos, sino que se ha tenido que llevar a los firmantes de varios acuerdos.
Hace años, cuando éramos más jóvenes creíamos en esos defensores, casi como nuestros héroes que nos defenderían de cualquier malo o villano en forma de jefe, que en vez de capa, un abogado se pondría una toga; ahora los villanos no son los representantes de la empresa sino los supuestos representantes de los trabajadores que llevan la soga que ahoga.
Aquí no creemos en los héroes, ni en los justicieros; creemos en los que con el trabajo diario nos ganamos nuestro sueldo que con superpoderes hacemos que llegue a fin de mes y en quienes simplemente nos dicen las verdades a la cara.
El grafico que se observa en la parte superior se puede comprobar en la página 91 del Informe General del 9º Congreso de CCOO, y que se puede obtener en el siguiente enlace:
http://www.fct.ccoo.es/correos/pdf/congreso/InfGeneral_CoryTel.pdf
Desde que CCOO abandonara la colectivo de trabajadores y a la plataforma sindical, uniéndose como uña y mierda al Consejo de Administración de la empresa, la defensa de sus derechos en los juzgados ha sido prácticamente pecado en la acción sindical de esa organización con un difuso espíritu altruista, la defensa individual ya prácticamente no existe y tan solo se dedican a defender a su emporio sindical y a la empresa. En diferentes acuerdos firmados por CCOO, UGT y CSIF una de las obligaciones sindicales para firmar con Correos y aparecer la clásica cláusula de los fondos de formación, fue la de no trasladar a los juzgados las discrepancias sobre cualquier tema puntual, hecho este que provoco y provoca la indefensión de los trabajadores afectados por innumerables problemas o conflictos.
Debido a este hecho y a la voluntad constante de otros sindicatos, produjo que la mayoría de los logros obtenidos por los trabajadores en los últimos años, estuviesen derivados de distintas sentencias judiciales que desde luego no iniciaban ni secundaban los siempre firmantes. Casos verdaderamente vergonzosos, fueron y son la impugnación de la sentencia de la Audiencia Nacional y la indefensión de miles de afiliados; o el caso de la sentencia sobre los plazos de los concursos de traslados, en los que el Tribunal indicaba que se habían perdido dichos plazos en virtud de los acuerdos tenidos con las organizaciones mayoritarias. O como en los ultimos años, que se han producido muchos cientos de despidos, algunos trabajadores han tenido que buscar en sindicatos diferentes a los que estabn afiliados su defensa.
Vergonzoso es que los siemprefirmantes tuvieran en muchos casos que defender a sus afiliados prescindiendo de sus siglas debido a que sus acuerdos con Correos les impedía comenzar procesos, por lo que sus gabinetes jurídicos actuaban como si de abogados particulares se tratase.
Y con gran desfachatez acusan ahora a los sindicatos que mantienen la defensa de los trabajadores hasta donde haga falta de “judicializadores”. ¿Ya no se acuerdan de cómo eran ellos hasta 1998?
Los que llevamos años en esta casa, e incluso muchos pasamos en algún momento por esas siglas, recordamos otro sindicalismo de los ahora sumisos.
Últimamente en numerosas causas no solo se ha tenido que llevar al juzgado a la empresa, Correos, sino que se ha tenido que llevar a los firmantes de varios acuerdos.
Hace años, cuando éramos más jóvenes creíamos en esos defensores, casi como nuestros héroes que nos defenderían de cualquier malo o villano en forma de jefe, que en vez de capa, un abogado se pondría una toga; ahora los villanos no son los representantes de la empresa sino los supuestos representantes de los trabajadores que llevan la soga que ahoga.
Aquí no creemos en los héroes, ni en los justicieros; creemos en los que con el trabajo diario nos ganamos nuestro sueldo que con superpoderes hacemos que llegue a fin de mes y en quienes simplemente nos dicen las verdades a la cara.
ALIATE, NOS INTERESA A TODOS
1 Comments:
Carterorual, El Pulgón te da toda la razón, efectivamente, este sindicato ahora, parece que va en el sentido contario al resto de los trabajadores, ya no hablemos de Correos que clama el cielo, es una verdadera vergüenza que su única misión y bien claro lo pone en el catecismo, la forma de ir ingresando "dineros", a la federación, bien sea con los cursos de formación y el famoso 5%, como el formar una sociedad con una entidad bancaria para mangonear, por llamarle algo fino, el fondo de pensiones de los funcionarios de la administración, ya me gustaría saber y a ver que día dan las cuentas cuanto chupan los gestores con el plan de pensiones de correos, que son una cuadrilla de chupopteros y les importamos un rábano, desde estas lineas, hago el ruego de quién les las mismas se limite a dar publicidad de las webs tanto de ésta cómo la de los carteros.org, y con el ruego que los que los reciban den publicidad de las mismas, es la única forma de poder echar del poder, como se hizo con los SMS, antes de las elecciones el 14M.
Saludos y sigue así carterorural.
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